La fe que cambia circunstancias.

Escrito el 13/06/2022
Ángel Diaz

Una de las mayores luchas que enfrentamos las personas diariamente son las circunstancias negativas, fracasos, frustración que muchas veces terminan gobernando nuestras mentes e interior, almacenando en nuestro corazón y en nuestras vidas.

Primero me quiero referir a dos famosos personajes que lograron vencer los obstáculos y las circunstancias negativas que querían frenar sus sueños y visión, que fracasaron muchas veces antes de alcanzar el éxito. Por ejemplo:

  • Walt Disney dijo “piensa, cree, sueña y atrévete” y llego a ser una de las productoras más importante.
  • Henry Ford dijo: “no hay nadie que sepa lo suficiente como para decir que es y que no es posible “el fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia. Según Henry Ford el 90% del éxito consiste en seguir intentándolo y el éxito es una cuestión de perseverancia, todos podemos conseguir el éxito siempre que nos marquemos un objetivo claro”. Ford fracaso 5 veces, pero con el tiempo llego a tener su propia compañía automotores Ford.

Si estos famoso personajes pudieron vencer las circunstancias con su esfuerzo, cuánto más lo que en Dios creen, en su palabra y su Gracia. Si transformamos nuestros pensamientos a los pensamientos de Dios podemos transformar las circunstancias mucho más de lo que nosotros podemos pensar o imaginar (Efesios 3:20).

Ahora bien, las circunstancias adversas, y las contrariedades que aparecen en el camino de nuestra vida en realidad son para nuestros provecho y crecimientos, es imposible no tener adversidades. Jesús dijo en Mateo 6:24 “no se preocupen por el día de mañana porque mañana habrá tiempo para preocuparse, cada día tiene bastantes en sus propios problemas “. Es decir que los problemas siempre van a estar. La pregunta es cómo enfrentarlos, cómo superarlos, cómo transformarlos y salir vencedor.

¿Meditamos MAS en la palabra de Dios o meditamos MAS las circunstancias negativas que nos rodean?

Ese es el secreto, donde enfocamos nuestro pensamiento.

Unas de las formas de vencer eficazmente las circunstancias adversas es no enfocarse en los problemas, sino mantenerse enfocados en la palabra y promesas de Dios. De forma activa y viva buscando sus revelaciones.

En el Salmo 46, 10 “Paren y reconozcan que soy Dios” este versículo un mandato a “Frenar”. Dios nos llama a no luchar con “nuestra” fuerza sino con “su fuerza” y su gracia.

Éxodo 14, 14 “Yahveh peleará por ustedes”. Alinearnos con la voluntad de Dios, estar en su camino, nos conduce a victorias que parecen imposibles, a victorias que se llegan solo con una estrategia divina.

En Mateo 14, 24 al 32 “Pedro salió de la barca y comenzó a caminar hacia Jesús, cómo el viento le era en contra y soplaba fuerte le dio miedo, comenzó a hundirse y gritó a Jesús que lo salvara”. En esta escena vemos cómo las circunstancias negativas atacan los sentimientos y las emociones, dice que los discípulos se asustaron y por el miedo se pusieron a gritar, inmediatamente Jesús los anima.

Jesús siempre nos habla y fortalece desde lo interno. Y las circunstancias negativas, los problemas y dificultades nos habla desde lo externos. Por eso la importancia de meditar en su palabra para fortalecer el hombre interior. Cuando Pedro comienza a caminar sobre las aguas vio la violencia del viento y el mar entonces le entró miedo y comenzó a hundirse. Esto prueba que al dejar de mirar a Jesús se pierde la batalla y nuestros sentimientos externos toman el control y nuestra fe decae.

Yo antes de conocer al Señor vivía con temor y las circunstancias me gobernaban hasta que entendí que Dios tiene el control de todas las cosas.

Romanos 8:28 “y sabemos que para los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” entonces aprendí a meditar la palabra de Dios, ahora ENTIENDO que Dios tiene todo bajo su cuidado, aunque la adversidad este en contra APRENDÍ a hallar descanso en Jesús.

Estos personajes famosos que menciones al principio usaron las leyes y principios de Dios, quizás sin darse cuenta, porque dice en Santiago 1, 17 “Toda dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto del Padre de las luces en el cual no hay mudanza ni sombras de variación”

Cuando meditamos en las cosas que no son de Dios, encontramos perturbación, ansiedad, incertidumbre, preocupaciones y miedos que después se transforman en parte de nosotros, pero todo lo contrario cuando meditamos las COSAS de Dios, en su Palabra, nuestros sentidos son sanados con paz, gozo, esperanza, amor, control, claridad y fe.

La fe en Dios no anula los hechos y realidades, sino, que la fe transforma los hechos.

Salmo 1 “¡Se complace en la ley de Yahveh, su ley medita día y noche! Es como árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto y jamás se marchita su follaje; todo lo que hace le resulta bien “

Romanos 8:37. “Aunque las circunstancias les sea contraria es más que vencedor en cristo Jesús”.

En el evangelio de Juan 1:1-3. Dice:

“En el principio era la palabra y la palabra estaba con Dios y la palabra era Dios. Ella estaba ante Dios en el principio. Por ella se hizo todo, y nada llego a existir sin ella.”

Si Dios por medio de su palabra lo mantiene todo, lo crea todo y lo sujeta todo quiere decir que, si medito su palabra, toda situación están bajo mis pies tengo dominio sobre toda cosa creada por mí padre. Claro está si medito su palabra, creo y tengo fe.