Un año de Gracia del Señor.

Escrito el 11/02/2022
Renée Larrañaga

 Pienso que es antinatural para un cristiano “no tener apetito de lo imposible”, necesitamos anhelar lo imposible para mostrar el Poder de Dios en esta vida. Alguna vez ¿te has “sumergido en aguas profundas” en el RÍO DE DIOS para meditar en las cosas que Él desea?

La lectura que compartiré es un mensaje del mismo Dios para cada uno de nosotros. Es Isaías 61,1-9 y dice: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a dar la Buena Nueva a los pobres, a sanar a los de corazón destrozado, a proclamar la liberación a los cautivos y a los prisioneros la libertad. Me ha enviado a proclamar un año de Gracia del Señor y un día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los afligidos, para cambiar por una corona la ceniza de los afligidos de Sion, su ropa de luto por perfumes de fiesta y su ánimo triste por cantos de alabanza. Los llamarán encinas de justicia, plantación gloriosa del Señor. Reconstruirán las viejas ruinas, levantarán los escombros del pasado, reedificarán las ciudades destruidas, los escombros amontonados por el tiempo. Vendrán extranjeros a pastorear sus rebaños; sus agricultores y viñadores serán forasteros; a ustedes los llamarán ‘sacerdotes del Señor’, y les darán el nombre de ‘ministros de nuestro Dios’. Comerán las riquezas de los pueblos y se adornarán con su esplendor. Porque ha sido doble su vergüenza hecha de insultos y desprecio, por eso recibirán doble recompensa en su país y tendrán una alegría permanente. Porque Yo, el Señor, que amo la justicia y odio el robo y el crimen, les daré la recompensa prometida y sellaré con ellos una alianza perfecta. Será famosa su descendencia entre las naciones y sus descendientes entre los pueblos. Todos los que los vean reconocerán que son la descendencia bendita del Señor”. En esta lectura, todo el contexto es bendición y bendición y bendición y bendición…; y es lo que desea el Señor para ti en este momento. ¡Glorifícalo por ello!

 “El Espíritu del Señor está sobre mí” quiere decir que el Espíritu Santo se posa sobre mi vida y que empezaré a ver las cosas de una manera nueva. “Porque el Señor me ha ungido”: hay una unción sobre mi vida y sobre tu vida; y nos “ha enviado a dar la Buena Nueva a los pobres” … En Lucas 4,14-19 Jesús comienza su ministerio en Nazaret leyendo justamente este texto de Isaías: dice la Palabra, que Jesús “lleno del Espíritu Santo (…) tomó el rollo-el Libro-en la sinagoga y dijo: ‘El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la Buena Noticia a los pobres’” … ¿Cuál es la Buena Noticia para los pobres? Que los prosperará. ¿Cuál es la Buena Noticia para el que está en la miseria o está con deudas? Que lo sacará de la miseria y que podrá pagar sus deudas. En nuestra Comunidad “Al Tercer Día” hay muchos testimonios de hermanos que han salido de la miseria al encontrarse asiduamente con el Señor. Jesús sigue leyendo: “… me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos…”, ¿qué es la ‘liberación’? ¿De qué eres cautivo? Puedes estar cautivo del miedo, de alguna enfermedad, de una adicción, de la pornografía, de la desesperanza, de la tristeza, de la tendencia a hacer lo que no quieres hacer … “Hago el mal que no quiero y no puedo hacer el bien que quiero” (Romanos 7,19). “A libertar a los oprimidos”: recuerdo que cuando recién me había encontrado con el Señor, prácticamente no sabía orar y empecé a rezar el Santo Rosario todos los días llevada por una Fuerza a la parroquia “Nuestra Señora de Lourdes”, allí lo rezaba pero lo hacía pensando en cualquier cosa menos en las Avemarías porque mi cabeza estaba muy perturbada; pero esa perseverancia de todos los días hizo que una de esas veces, mientras rezaba, sentí como si una campana de hierro que estaba sobre mí salía-obvio que fue una experiencia personal-. Después comprendí que estaba realmente oprimida por la angustia, por las deudas, por la desesperanza, … Y la oración iba sacando esa opresión. “… A dar vista a los ciegos”-me gusta porque Jesús es concreto: si estás ciego ¿qué te dará? La vista… “Y a proclamar un año de Gracia del Señor.” ¿Cuánto? Un año. Anota la fecha de hoy, cree y proclama: “Del 3 de febrero de 2022 al 3 de febrero del 2023 tengo un año de Gracia”. Jesús, “después enrolló el Libro, se lo dio al ayudante y se sentó. Todos los que estaban en la sinagoga tenían sus ojos fijos en Él y comenzó a decirles: ‘Hoy- ¿cuándo? HOY-se ha cumplido ante ustedes esta profecía’” (Lucas 4,20-21). Me gusta porque Jesús pone fecha a las bendiciones, le pone el tiempo: hoy se cumple la PROFECÍA de todo lo que estás leyendo ahora.

Volviendo al texto de Isaías, dice: “… a sanar a los de corazón destrozado, a proclamar la liberación a los cautivos y a los prisioneros la libertad. Me ha enviado a proclamar un año de Gracia del Señor”. Puedes estar pensando ‘pero Renée, ¿de qué estás hablando, en medio de todo lo que estamos viviendo’? Es que el Señor viene hoy a darte UNA BUENA NOTICIA. Ahora… tú puedes creerlo, recibirlo y vivirlo; o puedes desecharlo por la incredulidad. ¿Sabes que la incredulidad es pecado? No sé si cuando te confiesas pones el pecado de incredulidad. Les comparto una anécdota en la que el Espíritu Santo me ayudó a confesar algo y cualquiera podrá decirme ‘pero eso no es pecado’. Nos casamos por Iglesia porque José siempre fue muy dócil y aunque era absolutamente ateo, él me dijo: “si quieres nos casamos por Iglesia, pero para mí no tiene importancia. Eso sí, no quiero pisar el templo”. Así que recibimos el Sacramento en mi casa-Dios le tenía preparadas varias visitas a los templos…-. Y recuerdo que siempre discutíamos sobre la existencia de Dios. Entonces, después de 20 años, le había pedido al Espíritu Santo que me ayudara a realizar una buena Confesión. ¿Saben cuál fue el primer pecado que yo confesé? Dije: “Mi esposo es ateo”. Y no porque fuera pecado de él, sino porque yo no había sabido ni me había planteado, verdaderamente, presentarle a Jesús. Entonces el sacerdote me dio dos consejos importantísimos, me dijo: “Ora con tus hijos para que él crea, y en el momento de intimidad conyugal grítale al Espíritu Santo, internamente, que pase a través de él”. Ambas cosas hice y al mes José estaba adorando al Señor. Porque DIOS ES BUENO Y ES PODEROSO, y LA FE ACTIVA TODOS LOS MILAGROS que Él quiere darnos. Sucede que a veces recibimos el milagro y después ya no es el Señor lo Primero. Cuando tienes a Dios como Primero, Primero, Primero, … Él jamás se deja ganar en generosidad, ¡jamás!

En este año de Gracia nos pasarán cosas maravillosas, créelo. Continúa Isaías diciendo que cambiará “por una corona la ceniza de los afligidos de Sion, su ropa de luto por perfumes de fiesta, y su ánimo triste por cantos de alabanza”. Ésta es la Noticia para los que están tristes. Cuando uno va a una fiesta se pone el mejor perfume porque se gozará, y ‘este perfume’ significa también ‘el Gozo del Señor’. “Los llamarán encinas de justicia”, en otras versiones dice ‘robles’, porque son de los árboles más grandes y fuertes, de raíces más profundas; y el Señor nos dice que nos “llamarán robles de justicia”, “encinas de justicia”. “Reconstruirán las viejas ruinas”: Dios nos llama a reconstruir. ¿Qué cosas se te han desmoronado? Posiblemente tu salud, o tu economía, o tu familia, o la esperanza, … y sientes que estás en ruinas; pero Dios te dice que ‘reedificará las ciudades destruidas, los escombros amontonados por el tiempo’: eso que te parece que no tiene solución … Dios te dice que lo ‘reconstruirá’. Te pido ahora que actives tu FE, que no creas que éstas son palabras humanas, estamos meditando LO QUE NOS DICE DIOS HOY. Este mensaje tiene cimientos de oración, y les cuento algo más: esta mañana me levanté muy temprano y me fui a la habitación donde yo oro; cerré la puerta (como dice la Palabra en Mateo 6,6) y me puse a orar. Todavía estaba oscuro, y sentí en la oración que entró un Ángel grande, yo estaba con los ojos cerrados, y le pedí al Señor que ese Ángel me dijera qué Palabra tú necesitabas HOY. Y abrí la Biblia en Isaías 61. Por eso te digo que Éste es un Mensaje Directo a tu corazón, Directo a tu vida. Si yo hubiera elegido, no hubiese tomado esta cita tal vez; porque tanta esperanza, tanta alegría en medio de todo lo que se está viviendo, posiblemente hubiera dicho ‘no es el mensaje’, pero Jesús desea que tú creas que es un año de Gracia y de Favor.

No sólo dice la Palabra que fue ‘enviado a proclamar un año de Gracia del Señor’, sino que agrega: “Y un día de venganza de nuestro Dios”. ¿Cómo puede ser? ¿Dios se venga? Sí, acá lo dice. ¿De quién se venga? Dios se venga del enemigo que te destroza; del enemigo que te ha traído enfermedad; del enemigo que te ha traído soledad; del enemigo que te ha traído cárcel; del enemigo que te ha traído miseria; del enemigo que ha querido robarte, matarte y destruirte (Juan 10,10). ¡Hoy es el día de venganza de nuestro Dios! Lo dice la Preciosa Palabra de Dios. ¡Santo Eres Señor! Y Él viene a nuestra vida como ese Guerrero a defendernos, a liberarnos, a sanarnos, a restaurarnos, … Ha sido enviado “… para consolar a todos los afligidos”: ¿has estado desconsolado? ¿Has estado en alguna situación en la que no sabes qué hacer? Bueno, el Señor viene a consolarte; el Señor ha visto tu aflicción, no le eres indiferente … Si tienes más de un hijo y alguno de ellos te necesita, ¿qué haces? Lo ayudas con lo que puedes. No dices ‘¡Ah, no! Yo tengo tres hijos, no puedo ayudar a uno’. ¡No! Siempre estás dispuesto, y tu amor no se debilita por que tengas muchos hijos, amas a todos. Entonces imagínense a nuestro Padre Celestial que ha hecho tanto para que seamos libres, sanos, restaurados, felices, … Dice el Señor que los escombros amontonados por el tiempo serán removidos: esto significa que esas heridas que has cargado durante mucho tiempo-abusos, violaciones, abandonos, …-necesitas hablarlas con algún hermano que abra sinceramente su corazón, porque ‘a-dicción’ significa: ‘a’=NO y ‘dicción’=DECIR; o sea, no hablar; y no hablar trae vicios, no hablar trae consecuencias. Por eso Jesús nos regala el Sacramento de la Reconciliación para hablar, para decir, ¡y cómo nos liberamos cuando hablamos sobre lo que nos sucede!

Debemos creer en lo imposible, creer que recibiremos esas cosas que pensamos que nunca se darán-en realidad son mentiras que el enemigo nos pone-. En Sabiduría 16,20-22 dice que el Señor le daba a su pueblo comida de ángeles en medio del desierto; ese sustento manifestaba su dulzura acomodando ese alimento de acuerdo con el gusto de cada uno: si les gustaba el pescado, ese maná tenía gusto a pescado; si les gustaba el chocolate, cuando comían maná sabía a chocolate; ¡qué Maravilloso es el Señor! Cuando te da su Alimento te provee de lo que necesitas. También la Palabra dice: “… la Creación despliega su energía para castigar a los malvados y se vuelve suave para hacer el bien a quienes en Ti confían”, no a cualquiera.    (Sabiduría 16,24). Créele al Señor, cree en su Poder, cree en su Amor, cree en que TODO ES POSIBLE. Sólo debes encontrar el camino en la oración, en la lectura de la Palabra, en la vida comunitaria, en los Sacramentos, en el cambio de vida; porque a veces nos planteamos “¿Por qué me pasa esto a mí?”, y ahí hay que ver qué cosas tengo que modificar. Y si no te das cuenta, el Espíritu Santo irá guiándote y te ayudará a transformarte.

Lo que le entregamos a Dios, Él nos lo devuelve multiplicado. Sé que hay personas y situaciones ‘que te cuestan’, entreguémoslas ahora mismo a Jesús, a su Cruz, para ‘su’ muerte, porque debemos morir al “yo”. Pero sucede que a veces no soltamos: no soltamos a los hijos, no soltamos el problema económico, no soltamos la queja, … A veces no se puede concentrar uno en la oración porque se está tan ‘cargado’, y a la oración hay que entrar liviano. Y hoy, el Señor me marcó que sucederán MILAGROS; porque estas citas con las nos habló el Señor: Isaías 61, Lucas 4 y Sabiduría 16, nos impulsan y nos alientan a los MILAGROS.

Entregamos en este momento a Jesús todo lo que pueda estar cargándonos para darle muerte; no es más tuyo ese rencor hacia esa persona que abusó de ti … ¡a la Cruz!; ya no te pertenece esa falta de perdón hacia la persona que te maltrató, que se te burló o que te estafó … ¡a la Cruz!; no es más tuyo ese miedo, esa tristeza, esa situación que no sabes cómo resolver … ¡a la Cruz!; tu familia … ¡a la Cruz!; tu matrimonio … ¡a la Cruz!; tus hijos … ¡a la Cruz!; todo aquello que pueda estar causándote pesadez … ¡a la Cruz! … Jesús ya está tomando todo eso que le estás entregando … ¡Gracias Jesús! Porque en la Cruz del Calvario Tú nos enseñaste a morir al “yo”, a morir al “ego”, a morir a los deseos de la carne, a morir a los deseos del mundo, … ¡Gracias Jesús! Hoy me abrazo a tu Cruz porque sé que resucitaré. En la Cruz no se muere para quedar en el dolor, se muere para resucitar con la Buena Noticia para los pobres; en la resurrección hay salud para los enfermos; hay mantos de gozo para los afligidos; hay libertad para los cautivos … Es un año de Gracia y un día de venganza … Sé que ese Ángel que vino a mi habitación está llevándose todas tus cargas y trayendo todas las bendiciones que el Señor desea regalarte.

Si estás luchando con tu salud, te digo de parte del Señor “eres sano, eres libre, tu cuerpo ha sido restaurado, El que te creó sin que tú se lo pidieras, hoy te está recreando cada célula, cada órgano de tu cuerpo, está recreando cada parte afectada”, … ¡Gracias Señor!

Si estás afligido por deudas, por miseria, por escasez, te digo de parte del Señor que este mismo Ángel te trae la prosperidad que necesitas y está cambiando tu mentalidad por una mentalidad dadora y de FE, … ¡Gracias Señor! ¡Gracias Jesús!

Si te encuentras ‘prisionero’ de vicios, de pornografía, de droga, de alcohol, de exceso en la comida, … hoy el Señor está liberándote … ¡Gracias Jesús! Gracias, porque estás liberando de depresión; estás liberando al oprimido, al prisionero; gracias, Jesús, porque estás reconstruyendo; éste es el día de tu venganza contra el enemigo que viene a “matar, robar y destruir” (Juan 10,10); …

Alaba al Señor, porque cuando se alaba, el enemigo huye, no soporta la alabanza al Rey de reyes. ¡Gloria a Dios por su gran Misericordia! ¡Aleluya!