Día 38

Escrito el 26/03/2021
Al Tercer Día

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 31-42

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.

Él les replicó:

«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».

Los judíos le contestaron:

«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».

Jesús les replicó:

«¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».

Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.

Muchos acudieron a él y decían:

«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».

Y muchos creyeron en él allí.

Reflexión:

“i Si no hago las obras de mi Padre, no me crean!” Acá Jesús está marcándonos un principio básico en la vida de cada creyente, nuestras obras deben estar de acuerdo con nuestras palabras. El amor se muestra no tanto en palabras como en obras. En este tiempo, somos bombardeados por palabras, propaganda, política, medios de comunicación y todo tipo de predicadores. A cada uno de éstos y a nosotros mismos debemos decir: “si tus obras no concuerdan con tus palabras, no te creeré”. Jesús exhorta valientemente a las autoridades religiosas que no pueden ver en ÉL al enviado del Padre. La ceguera de quienes guían supuestamente al pueblo de Dios hace que intenten apedrearlo, pero dice la Palabra que Jesús se escabulló; nuevamente vemos acá la Soberanía de Jesús, Él no permitió que lo apresaran porque aún tenía obras que realizar, aún no era su tiempo, Él es El Soberano.