Victoria en Cristo
En los tiempos de David, hubo hambre durante tres años consecutivos. David consultó al Señor, y el Señor le respondió: “Esto se debe a Saúl y a esa casa sanguinaria, porque él dio muerte a los gabaonitas”.
2 Samuel 21:1
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Lucas 24:1-3
Sean sobrios y estén siempre alerta, porque su enemigo, el demonio, ronda como un león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos dispersos por el mundo padecen los mismos sufrimientos que ustedes. El Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna en Cristo, después que hayan padecido un poco, los restablecerá y confirmará, los hará fuertes e inconmovibles.
1 Pedro 5: 8-10
Oremos
Padre Santo; te doy gracias porque me has revelado esta nueva vida de Resurrección. Como criatura resucitada, sé que no tengo que vivir con miedo a lo porvenir, ya que Tú tienes un plan específico y maravilloso para mí, por eso te ruego me des la unción para que centre toda mi atención en Ti. Quiero ser lo que Tú me has destinado a ser. Dame la capacidad de buscar cada día mas y mas de Tu sabiduría, porque solo con ella encontrare la victoria para cada adversidad que pueda presentárseme, como le paso a David, él tuvo que recibir la revelación de cual era la causa del hambre, a pesar que Saúl había muerto hacia varios años, se necesitaba sanear la tierra herida por el pecado. Quiero ser como David, no darme por rendido hasta que encuentre de Tu mano la estrategia para vencer. Resistiré firme en la fe, como me lo decís a través de la carta de Pedro, porque Tú me restablecerás y me harás cada día más fuerte e inconmovible.
Amén.