Proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel, para conocer la sabiduría y la instrucción, para entender las palabras profundas, para obtener una instrucción esmerada -justicia, equidad y rectitud- para dar perspicacia a los incautos, y al joven, ciencia y reflexión; Que escuche el sabio, y acrecentará su saber, y el inteligente adquirirá el arte de dirigir. Para entender los proverbios y las sentencias agudas, las palabras de los sabios y sus enigmas. El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría, los necios desprecian la sabiduría y la instrucción.
Proverbios 1:1-7
Un grito de alegría y de victoria resuena en las carpas de los justos: “La mano del Señor hace proezas.
Salmos 118:15
Grita de júbilo y alégrate, hija de Sión: porque yo vengo a habitar en medio de ti -oráculo del Señor-.
Zacarias 2:14
¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu Rey viene hacia ti; él es justo y victoriosos, es humilde y está montado sobre un asno, sobre la cría de un asna.
Zacarias 9:9
¿No han aprendido nada en el estadio? Muchos corren, pero uno solo gana el premio. Corran, pues, de tal modo que lo consigan. En cualquier competición los atletas se someten a una preparación muy rigurosa, y todo para lograr una corona que se marchita, mientras que la nuestra no se marchita. Así que no quiero correr sin preparación, ni boxear dando golpes al aire. Castigo mi cuerpo y lo tengo bajo control, no sea que después de predicar a otros yo me vea eliminado.
1 Corintios 9:24-27
Todo lo puedo en aquel que me fortalece.
Filipenses 4:13
Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que vendrá, el Todopoderoso.
Apocalipsis 1:8
Oremos
¡Señor! Capacítame para más. Así como lo hace el entrenador con sus atletas, y le exige más aunque el dolor golpee su cuerpo, sabiendo que a más entrenamiento mayores resultados de victoria tendrá, así también quiero correr la carrera, para conquistar más en Tu Espíritu. Sé también que la única manera que el diablo tiene para derrotarme, es presionándome para que abandone la verdad de Tu Palabra. Por eso Padre Santo hoy me decido a creer lo que me dice Tu Palabra sé que todo lo puedo en Ti, Cristo que me fortaleces, Jesús Tú eres el principio, el Alfa y la Omega de todo, por eso me decido a comenzar todo desde Ti. Renuncio a poner la palabra del médico como la primera y la última palabra, lo respetaré, pero tendré primero Tu Palabra, renuncio a poner la palabra del mundo, de las circunstancias, de las autoridades como la máxima expresión de la verdad, sólo Tu lo eres. Recordare, que soy lo que la Palabra dice que soy, puedo hacer lo que la Palabra dice que puedo hacer, y puedo tener lo que la Palabra dice que puedo tener, Creo en esto y lo declaro a viva voz y con fe. Me preparo para dar un grito de alegría y de victoria, porque desde la fe, veo esa victoria en mi vida. (Traigo a mi mente las proezas que el Señor hará en mi vida y las escribo). ………………. No voy a esperar el resultado en lo natural para celebrarlo porque tengo el aval de Tu Palabra. ¡Doy un grito de júbilo …………..!!!!!
Amén.