Dia 19

Escrito el 03/03/2024
Renee


En todas sus angustias El estuvo afligido, Y el ángel de Su presencia los

salvó. En Su amor y en Su compasión los redimió, Los levantó y los sostuvo todos los días de antaño.

Isaías 63:9

 

Pobre es el que trabaja con mano negligente, Pero la mano de los diligentes enriquece.

Proverbios 10:4

 

También el que es negligente en su trabajo Es hermano del que destruye.

Proverbios 18:9

 

“Por tanto, no se preocupen, diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿qué bebere­mos?’ o ‘¿con qué nos vestiremos?’ “Porque los Gentiles (los paganos) bus­can ansiosamente todas estas cosas; que el Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. “Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. “Por tanto, no se preocupen por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas.

Mateo 6:31-34

 

Oremos

Padre Santo, te doy gracias porque Tú estás conmigo, me revistes de fe y autoridad para pelear por los derechos, que ya me han sido alcanzados por el sacrificio de Tu Hijo en la cruz del Calvario. Gracias; porque me alimentas con Tu Palabra y me doy cuenta, a través de ella, que Tu ángel está ahora mismo liberándome de toda avaricia, escasez, y robo. Declaro, ahora en Tu Nombre Señor Jesucristo, que mi prosperidad proviene de Dios y no puede ser detenida. Por eso, en esa Autoridad, que emana de Ti Jesucristo, ordeno multiplicación en mis finanzas, porque soy diligente (responsable), en mi trabajo, me estoy enriqueciendo, y porque además mi preocupación, no es ¿Qué comeré? O ¿con qué me vestiré?, yo sé, certera­mente, que Tú te ocupas Señor de proveerme de todas esas cosas, yo, busco primero Tu reino y Tu justicia, teniendo la plena certeza que todas las cosas que necesito, me serán añadidas, realizo mi tareas laborales, cumpliendo con responsabilidad, los horarios de trabajo, sin negligencia y sin pereza, como me lo enseñas, y te doy gracias Señor por tus Misericordias para con mi vida y mi familia. Te alabo y te bendigo cada instante de mi vida.

Amén.